El filo Basidiomycota, con cerca de 32.000 especies es el segundo filo más numeroso de hongos, pero el más conocido debido a que en este grupo se ubican los hongos con setas. De distribución mundial, terrestres salvo alguna excepción, juegan un papel muy importante en la mayoría de ecosistemas, sobretodo en el suelo de selvas y bosques participando en los ciclos de reciclaje de nutrientes y en menor medida controlando las poblaciones de las plantas a las que parasitan.
Estos hongos están formados por hileras de células que forman filamentos llamados hifas que se introducen por el suelo o entre los tejidos de su huésped, creciendo solo cuando en el medio en el que están está muy húmedo o mojado pero siendo capaces de deshidratarse y volver a hidratarse sin sufrir graves daños. Las hifas secretan proteínas digestivas que digieren las partículas alimenticias que contiene el medio las cuales son posteriormente absorbidas por las paredes celulares. Estas hifas pueden poseer estructuras formadoras de esporas asexuales para favorecer la dispersión, pero cuando adquieren el tamaño suficiente pasan a formar estructuras reproductoras sexuales. Estas células formadoras de esporas sexuales se dividen originando 4 núcleos cada uno de los cuales formará una espora, de forma que la célula se divide en 4 células separadas, ya sea por partición o por gemación, formando los basidios (de donde proviene el nombre Basidiomycota), mientras que en el filo Ascomycota estas células forman las esporas en su interior sin estar separadas por una pared celular, formando las ascas.
Es el último filo de hongos en formarse estando emparentado con el filo Ascomycota, favoreciendo su origen la formación de bosques en la superficie terrestre. El filo se compone de 16 clases y 52 órdenes.
Filo: Basidiomycota